miércoles, 3 de febrero de 2010

Resúmenes (en grupo) de las lecturas de Paul M.Sweezy

"El problema del valor cualitativo" y "El problema del valo cuantitativo"

El valor de uso es la relación existente entre el consumidor y el producto consumido. Según Robbins, son “una serie de relaciones interdependientes entre hombres y bienes económicos”. Esta noción está relacionada directamente con la utilidad, que es un componente fundamental para la producción y una condición básica para el consumo. Dado que no da lugar a una relación social estricta, Marx lo derivaba al estudio de la economía política.

El valor de cambio es, en realidad, sólo una forma exterior de la relación social entre propietarios de mercancías o entre los fabricantes mismos. Así, el cambio de mercancías es un cambio de productos de trabajo de productores individuales.

Trabajo, valor y trabajo abstracto: si Marx considera el trabajo como un valor que se oculta tras el valor de cambio, además afirma que tiene dos vertientes: la que corresponde a su valor de uso y la que corresponde al trabajo como utilidad. De esta manera, lo que el valor de uso es al valor en una mercancía, el trabajo útil lo sería al trabajo abstracto en el caso de la actividad productiva. La abstracción del trabajo es el resultado de una suma concreta de diferentes clases de trabajo.

Relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor: toda mercancía tiene en común con otras el que acapara una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad. Por tanto, el valor de la mercancía significa que en sí misma es un trabajo abstracto.
El carácter fetichista de las mercancías: en la producción de mercancías las relaciones humanas se cosifican, y esta materialización de las relaciones sociales es la clave para explicar el credo fetichista de Marx. Esta doctrina ha tenido gran influencia sobre el pensamiento económico tradicional por dos motivos: primero, porque las categorías de la economía capitalista se han arraigado en la sociedad, y segundo porque la atribución de poder independiente a las cosas es manifiesta.

Por otro lado, Marx conjetura que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo, así toda mercadería cuya producción requiere un mismo tiempo tiene el mismo valor de cambio.
No obstante, para que esta proporción se cumpla se deben cumplir varios requisitos previos, como el libre desarrollo de la competencia (que los trabajadores puedan decidir libremente el trabajo a desarrollar) para que así la oferta y la demanda estén equilibradas en base a la magnitud antes citada, así como que el precio de mercado de una mercancía concuerde con su valor real.

Hay dos razones principales que pueden explicar el visible desdén de Marx por el problema de la demanda como determinante en la asignación del trabajo social. En primer lugar, que bajo el capitalismo la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores; y en segundo lugar, las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social.

“Ley del valor” vs. “principio de planeación”: la denominada ley del valor por resume las fuerzas que intervienen en una sociedad productora de mercancías, que regula las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción. La ley del valor es básicamente una teoría de equilibrio general, y una de sus funciones principales es la aclarar que en una sociedad productora de mercancías existe orden y no simplemente caos.

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