viernes, 5 de febrero de 2010

Plan Ceibal


La República Oriental del Uruguay (llamada así por estar al este del “río de los pájaros pintados”, o sea Uruguay) es un pequeño país latinoamericano, cuya capital es la más austral del mundo, de poco más de tres millones de habitantes.

La carencia de oro y plata lo excluyó de las rebatiñas coloniales y después de un nacimiento a la independencia complicado y sangriento muy pronto concibió como su principal riqueza la educación y los avances sociales. Desde finales del siglo XIX tiene una escuela pública gratuita, laica y obligatoria, y a lo largo del siglo XX fueron sucediéndose leyes sociales de avanzada, como la muy temprana ley de divorcio por la sola voluntad de la mujer.

Pero los avatares políticos y económicos llevaron a este país a una terrible dictadura cívico militar en los años 70 y a una posterior crisis económica que barrió la mesocracia educada que sostenía a una sociedad integrada e igualitaria. En los últimos quince años se polarizó la situación económica de la población acentuando la miseria de una tercera parte de los uruguayos. Hace pocos años más de la mitad de los niños nacían bajo el nivel de la pobreza y esta es una realidad que muy poco a poco se va superando . Mientras un decil de la población tenía todos los adelantos tecnológicos propios de un país del primer mundo y accedía a muchas comodidades y lujos, los niños de las zonas marginales de las grandes ciudades o del área rural sufrían el principal golpe que se le pueda dar a los hombres de mañana: la falta de igualdad de oportunidades para formarse.

En 2005 llega al gobierno por primera vez una coalición de izquierdas, el Frente Amplio, cuyos principales objetivos son eliminar la indigencia, bajar los índices de pobreza y mejorar la educación de las nuevas generaciones. Poco después el Presidente Tabaré Vázquez decide poner en marcha lo que se llamó el Plan Ceibal. Está tomado del proyecto de Nicholas Negroponte del MIT (One laptop per child), que si bien se había aplicado parcialmente en algunas partes del mundo, nunca un país lo había tomado para toda su población infantil.

El ceibo es la flor nacional uruguaya, de ahí el nombre simbólico, aunque se trata de una sigla claramente definitoria: “Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea". En apenas tres años todos los niños de la escuela pública uruguaya y sus maestros han contado con una XO, un pequeño ordenador con la capacidad necesaria para la enseñanza, el juego, la comunicación, etc. La empresa pública de telecomunicaciones, ANTEL, proveyó la conectividad necesaria para todas las escuelas del país. Comenzando por las más remotas zonas urbanas, el proyecto terminó en 2009 en la capital, antaño centro de todas las innovaciones.

En ese lapso se llenó el paisaje uruguayo de niños con sus ordenadores verde y blancos, en corro cerca de la escuela, llegando a la misma a caballo o en bicicleta, usando su cámara en cualquier actividad que les atrajera. Ha sido motivo de sorpresa para muchos visitantes que han llevado este episodio a los periódicos de todo el mundo, y de orgullo para los uruguayos que sienten que realmente están apostando por una transformación radical de su sociedad.

Desde el gobierno se trabaja en nuevos programas educativos, en la formación del profesorado, en la extensión del plan a secundaria, etc. Pero lo básico está logrado: un emprendimiento audaz pero riguroso que intenta, tal como expresó el Presidente, que todos los niños sean "no sólo iguales ante la ley, que es importante, sino que sean todos iguales ante la vida".


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